viernes, 26 de noviembre de 2010

SHACKLETON Y ENDURANCE: UN HOMBRE Y UN LEMA

La historia de Sir Ernest Shackleton es una historia de superación que merece ser estudiada. Nacido en Irlanda en 1874, encaminó toda su vida a ser uno de los grandes descubridores del final de aquella era. Una vez alcanzado el Polo Sur por Amundsen, él concibió el proyecto de atravesar la Antártida por primera vez, cruzando desde el Mar de Weddel hasta el Mar de Ross. Era la última gran hazaña pendiente: tenía que conseguirlo o se quedaría fuera de los anales de la Historia.

Este es el ya legendario anuncio en el periódico con el que reclutó a su tripulación: "Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo bajo. Mucho frío. Largos meses de total oscuridad. Peligro constante. Retorno con vida no asegurado. En caso de éxito: honor y reconocimiento"
¿Alguien acudiría a alistarse con la llamada de este anuncio? más de 5.000 hombres acudieron: desde ordinarios marineros hasta científicos. La fascinación de Shackleton traspasaba su anuncio: tenía el sabor de aquellas aventuras de las que ya no quedaban, porque ya todo había sido descubierto.

Cuando ya tenía todo preparado para partir, el mundo se derrumbó ante el comienzo de la 1ª Guerra Mundial. Shackleton puso a disposición de la marina su barco completamente equipado, pero para su sorpresa recibió la siguiente respuesta declinatoria: PROCEDAN. ¡Al fin tenía permiso para partir hacia su glorioso destino!

Su barco, el Endurance (Resistencia) llevaba el nombre del emblema de su familia. Y a fe que hizo honor a tal legado: a sólo 1 día de navegación de su destino, el mar se heló alrededor de ellos, atrapando al barco en su interior, obligando a la expedición a pasar allí 7 aterradores meses en los que cada día fueron amenazados por el hambre, el frío, y lo que es peor: la locura.

Lo que de verdad marcó la diferencia entre esta expedición y el resto, fue que gracias a las innatas dotes de liderazgo e inteligencia de Shackleton, no hubo bajas, lo cual, sigue siendo increible por las condiciones en las que tuvieron que vivir sin el equipamiento adecuado ni las provisiones necesarias, en un continente regado por los cadáveres de expedicionarios anteriores.

Shackleton se había embarcado bajo las órdenes de Scott en su juventud y sabía que él podía hacerlo mejor. Sabía que un mal liderazgo podía dar al traste con la moral de todos sus hombres. Trabajó incansablemente codo con codo con ellos, a menudo (y sin que nadie lo supiera) se quedó sin comer para salvar a un subordinado. Pasó muchas noches sin dormir pensando en qué hacer al dia siguiente para mantener viva la moral del equipo. Nadie supo jamás de sus miedos, ni dejó ver un mínimo atisbo de duda en su gesto. Les infundió moral y seguridad, y no sólo aplastó cualquier intento de revuelta sino que transformó a los sublevados en sus más incansables colaboradores.

El hielo rompió y engulló el barco, y tuvieron que avanzar y acampar sobre el mismo hielo arrastrando algunos botes y lonas, esperando que se derritiese para poder avanzar en algún bote. Para cuando esto sucedió, muchos hombres estaban ya al borde de la locura y todos estaban enfermos. Fue entonces cuando uno de ellos cayó por una grieta abierta en el hielo y Shackleton sin dudarlo se tiró para salvarle. No debió hacerlo, porque puso en riesgo su vida y sin él todos estarían condenados sin remedio. Pero desde el principio él les dejó muy claro a todos que aunque su misión era importante, sus hombres valían mucho más, y no dejaría a ninguno en el camino. Luego partió en un bote con algunos compañeros en busca de ayuda para rescatar al resto, teniendo que soportar una galerna de varios días y luego cruzando a pie una cordillera en la isla de San Pedro (que en aquel tiempo aun estaba sin cartografiar). Más tarde relataría que mientras caminaba, en todo momento sintió una presencia marchando a su lado.



Logró lo imposible: transformó lo que parecía un fracaso en un épico triunfo. La expedición Endurance no cruzó la Antártida pero, ¿a quién le importa? pasó a la historia por motivos mucho más importantes, y ganó un lugar en el podio de la leyenda donde sólo se encuentran los personajes irrepetibles.

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