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Si todavía hay quien piensa que el hombre no fue a la luna, me gustaría que me explicase cómo es que hace 40 años había mejores efectos especiales que los que hay ahora. Porque el efecto de la ingravidez en las películas que cualquiera puede ver, canta por peteneras al lado de las imágenes de Amstrong, Collin y Aldrin caminando a saltitos por nuestra hermoso satélite.
La teoría de la bandera ondeando en un lugar donde no hay viento es ridícula, puesto que la bandera, no ondeaba, la movieron ellos al colocarla y se quedó así arrugada y con bultos como se ve en cualquier foto que podáis mirar. La teoría de que las sombras apuntan en direcciones diferentes no se queda atrás: cualquiera puede ver estando a la luz del sol cómo dependiendo de cómo estés colocado la sombra varía respecto a otra persona que esté cerca de ti: No apuntan en la misma dirección.
He llegado a ver fotos en las que se ven los focos del estudio reflejados en el cristal del casco del astronauta. Debo decir en descargo de los conspiracionistas, que está bien que durante años se hayan dedicado a buscar las pruebas del engaño, así estaremos tranquilos de que no se nos tima tan facilmente, están ellos vigilando: gracias.
Pero una cosa es buscar pruebas de un engaño y otra muy distinta es fabricarlas. Hasta yo que gusto tanto de la ficción me canso de que me traten de tomar el pelo. Seamos serios, sí, estuvimos en la Luna, y si todo sigue como va, el proyecto de ir a Marte que ya lleva tiempo en marcha, nos llevará a colonizar el espacio, colmando así los sueños y el trabajo de una especie con vocación de eternidad. 
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